Aprendamos a decir NO...
En muchas ocasiones decir NO resulta difícil en la vida, aunque ello complique mucho nuestra existencia. Quizás por esa compasión y compromiso de querer ayudar siempre a las personas sucumbimos fácilmente a una petición. Nos resulta complicado negarnos a prestar ayuda o colaboración ya que nos sentimos en contra de nuestra filosofía de vida, es decir, nos sentimos egoístas, con cierto grado de culpabilidad por no poder ayudar al otro o peor aún, por miedo a que la otra persona nos critique y nos haga a un lado. ¿Pero sabías que aprendiendo a decir no, ganamos respeto hacia nosotros mismos y de los que nos rodean?" Déjame explicarte como:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAuKzHwaXhDZluL194gcBpGVLjQUNvizc35OJdnHkKxX6hgRhXuuOv7wfah5t-QDlnraO5x71z_PF7gQ56ZVkrPjcpyWziws0MpQz0tER9VCOwC4jTKGNX4QMsLf6tnzRdolmduEhSRzA/s200/1404-af-asertividad-aprende-a-decir-no.jpg)
Por otro lado, cuando nos desarrollamos en nuestro entorno laboral, quizás nos cueste decir que no, generando futuras complicaciones en el horario de trabajo, en ubicar espacios en la agenda ya apretada, y trayendo como consecuencia retraso en los trabajos, incumplimiento de algunas funciones y entregas incompletas o mal elaboradas. Todo por aceptar cada una de las peticiones que las personas en la organización (bien sea los jefes o compañeros de trabajo). A las mujeres las educan para ser buenas en la vida y con las personas, y a los hombres a ser rectos. Por eso es más fácil que una mujer le cueste más decir que NO que a los hombres.
Si no puedes decir que no directamente, deja el asunto en suspenso por algún tiempo. Contesta :algo asi como: «Gracias por la invitación, pero ahora mismo no se si podré. ¿Te puedo llamar mañana para confirmarlo?». Suele ser dificil determinar sobre la marcha si uno quiere o no hacer algo, y nuestra respuesta inicial está basada , por lo general, en la necesidad de agradar a la otra persona.
Cómo decir NO - Ejemplo:
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1AWrmsH2ny6OXlydv5HI00CJUozji_Wxcp7-NVUGHJ9OXNyugMAD9TEMAx73KJsKQfkOkViVARis0JdM54YWTrxlu_VOGYE7nbSB1uU34g8H4jPt-yG0HcCi5_nAke75RclIL_OW_ReE/s200/images.jpg)
Algunos consejos para desarrollar esta habilidad:
- Pierde el miedo a lo que los demás puedan pensar: dentro de unos límites razonables, tú eres la primera persona que debe estar satisfecha con su conducta. (Recuerda, pon tus límites claros)
- Acepta la ansiedad como parte del proceso. Es normal que te pongas nervioso o te sientas incómodo a la hora de decir que no, pero no sucumbas a este malestar diciendo que sí y tratando de quitarte el problema de encima.
- En relación a lo anterior, recuerda las consecuencias negativas que te puede acarrear aceptar.
- Colócate frente a un espejo y entrena un estilo de comunicación asertivo; piensa en situaciones cotidianas en las que tengas que decir que no, y observa mentalmente tu comunicación no verbal, escuchando también tu lenguaje verbal.
- Haz una jerarquía de esas situaciones y clasifícalas para analizar desde aquellas en las que más difícil te resulta negarte a lo que te piden, hasta aquellas en las que te cuesta menos decir que no, y comienza desde hoy mismo a dejar claro a los demás todo lo que no deseas hacer.
- Interioriza esta idea: “es posible que no hagas ni seas aquello que deseas, pero siempre tienes la opción de no hacer ni ser aquello que no quieres”.
- Piensa en tu tiempo libre y tu compromiso con tu grupo familiar.
Este programa de coaching te ayudará a conseguir tiempo, espacio y dinero, de modo que te resultará natural tener más tiempo libre para compartir con los tuyos, hacer actividades que te generen placer y construya tu propio bienestar y felicidad.
Gracias por compartir y espero hayas disfrutado esta interesante lectura y útil habilidad... Hasta la próxima...
Éxitos
Comentarios
Publicar un comentario