Jonathan E. Osuna L.

Al trazar nuestro mapa de la felicidad y el éxito, debemos tener muy presente que quizás tengamos que cambiar de ruta y dirección. En artículo sobre el poder de escribir nuestras metas, establecía que en un momento determinado debemos pararnos y evaluar cómo va nuestro andar, hasta donde hemos recorrido y si en el punto donde nos encontramos es realmente donde queríamos llegar. Esto en el campo gerencial se conoce como retroalimentación, pero para no esperar hasta el final del recorrido para evaluarnos porque perderíamos muchos recursos como el tiempo, podemos hacerlo de una manera planificada y con cierta frecuencia, así no tendremos que esperar llegar hasta el final para poder decir “…bueno, realmente esto no es lo que yo quería…” Una de las creencias limitantes que nos colocamos es que siempre decimos que no tenemos tiempo para el cumplimiento o establecimiento de una nueva meta. Nos colocamos barreras que sólo existen en nuestro interior como “… estoy full en el trabajo

Como bien ya había mencionado, la importancia de tener metas en la vida es que nos permiten tener un claro norte que conquistar o perseguir, unas definiciones más precisas de cuáles son los pasos que debo dar para ir escalando peldaño por peldaño hasta la cima de mi primer éxito. ¿Por qué primer éxito? , porque no debe ser el único ni el último, siempre debemos dar lo mejor de nosotros mismos y tener el poder y la capacidad de descubrir que podemos llegar más legos. Pero, estas metas deben cumplir unas características muy específicas para que las mismas se puedan realizar satisfactoriamente, de una manera eficiente y eficaz. Estas características se ajustan a una clasificación que en el ámbito gerencial se denomina S.M.A.R.T. que por sus siglas en inglés significan que sean E S pecíficas, M edibles, A lcanzables, R ealizables y con un T iempo determinado. Veamos cómo se ajustan estas características a nuestros planes y proyectos de vida, haciendo énfasis en nuestro desarrollo

Hace ya un tiempo que vengo escribiendo y comentando acerca del Bienestar Personal y la Felicidad Individual, esto con la finalidad y objetivo de poder construir un mejor individuo, una mejor versión de nosotros mismos, empezando por mi persona, para luego poder transmitir y difundir estos conocimientos en un contexto social. Es lo que algunos autores como Martin Seligman denomina florecer o fluir a través de los conocimientos hacia los demás, en un estado de satisfacción y plenitud por la vida, o como Wayne Dyer hacía referencia en el Trascender hacia los demás, en nuestras próximas generaciones, en aquellas personas que comparten día tras día con nosotros, bien sea en el hogar, en la oficina, en los estudios, en la sociedad y en otros entornos. Pero, bien es cierto que para poder alcanzar ese estado espiritual del florecimiento y de la trascendencia, debemos como todo en la vida tener un Plan de Vida, un plan Estratégico como me ha enseñado mi profesión de Administrador, el