Un espacio para leer, compartir y disfrutar la vida... La consciencia espiritual se desarrolla cuando eres flexible, espontáneo, desapegado y amable con los demás.-Deepak Chopra... Porque definitivamente es mejor Crecer que envejecer...
A Mi Manera - Frank Sinatra
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La vida es una, es Hoy... No mañana ni ayer... Sólo hay que Vivir la vida... Vívelo a tu Manera y que nada ni nadie la viva por ti.... Aprovecha el tiempo al máximo
Por: Jorge Bucay Un señor le pidió una tarde a su vecino una olla prestada. El dueño de la olla no era demasiado solidario, pero se sintió obligado a prestarla. A los cuatro días, la olla no había sido devuelta, así que, con la excusa de necesitarla fue a pedirle a su vecino que se la devolviera. — Casualmente, iba para su casa a devolverla... ¡el parto fue tan difícil! — ¿Qué parto? — El de la olla. — ¿Qué?! — Ah, ¿usted no sabía? La olla estaba embarazada. — ¿Embarazada? — Sí, y esa misma noche tuvo familia, así que debió hacer reposo pero ya está recuperada. — ¿Reposo? — Sí, sí. Un segundo por favor –y entrando en su casa trajo la olla, un jarrito y una sartén. — Esto no es mío, sólo la olla. — No, es suyo, esta es la cría de la olla. Si la olla es suya, la cría también es suya. “Este señor está realmente loco”, pensó, “pero mejor que le siga la corriente”. — Bueno, gracias. — De nada, adiós. — Adiós, adiós. Y el hombre m
Un día un viejo campesino fue a ver a Dios y le dijo: - "Mira, tú puedes ser muy Dios y puedes haber creado el mundo, pero hay una cosa que tengo que decirte: No eres un campesino, no conoces ni siquiera el principio de la agricultura. Tienes algo que aprender". Dios dijo: ¿Cuál es tu consejo?. El granjero le respondió: - "Dame un año y déjame que las cosas se hagan como yo quiero y veamos que pasa. La pobreza no existirá más. Dios aceptó y le concedió al campesino un año. Naturalmente éste pidió lo mejor y sólo lo mejor... ni tormentas, ni ventarrones, ni peligros para el grano. Todo confortable y cómodo... y él era muy feliz. El trigo crecía altísimo. Cuando quería sol... había sol; cuando quería lluvia... había tanta lluvia como hiciera falta. Ese año todo fue perfecto, ¡matemáticamente perfecto!. El trigo crecía tan alto que el granjero fue a ver a Dios y le dijo: - "¡Mira!, esta vez tendremos tanto grano que si
“Nunca me iré de tu vida, ni tú de mi corazón, aunque por otros caminos, nos lleve el destino”… Así dice el bolero compuesto por la venezolana María Luisa Escobar que lleva por nombre: “Desesperanza”; y así es la desesperanza, una suerte de resignación, de tristeza profunda, de desmotivación que impide avanzar. El desesperanzado cree que no puede hacer nada ante la situación que vive, piensa que cuanto haga por salir de ella será inútil, y se mete en un círculo vicioso que le hace permanecer pasivo, por más dolorosos o angustiantes que sean los acontecimientos que experimenta. Está tan convencido de que no podrá cambiar las cosas que, incluso cuando muchos otros encuentran la salida, él permanece allí; como el perro de Seligman. Martin Seligman, creador de la psicología positiva (el cual personalmente recomiendo sus libros para todo aquel que desee incursionar en este tema), realizó en la década de los 60 un experimento con perros a los que dirigía una pequeña descarga eléc
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