El Jardín de las Relaciones
Siempre es bueno contar con personas que nos apoyen en los momentos buenos y aquellos que no son tan buenos en la vida, sobre todo en aquellos donde parece que perdemos la orientación o nuestra brújula interior que nos marca el rumbo de nuestro destino. Pero así como nos gusta contar con ellos, también debemos dar a entender que también pueden contar con nosotros cuando soliciten de nuestro tiempo, de algún consejo o de sencillamente ser escuchados cuando sientan la necesidad de poder hablar y charlar con alguien de confianza.
Gracias al poder de la comunicación, nosotros los seres humanos somos los únicos de tener la capacidad de hablar y de poder entendernos los unos con los otros, transmitiendo información, datos, construyendo conocimientos, haciendo nuevas relaciones o fortaleciendo las ya existentes. Esto es lo que nos diferencia de los otros seres vivos del planeta, la capacidad de poder comunicarnos mediante el habla y poder establecer y mantener relaciones con nuestros semejantes. Para ello, debemos cultivarlos y mantenerlos como si fuera un jardín, ya que es un regalo divino de nuestro creador el saber que contamos con ellos y ellos con nosotros.
Y es precisamente ese Jardín Familiar que debe nutrirse con amor y respeto día tras día. Se debe sumar constantemente esfuerzo, tiempo, sabiduría e imaginación para mantener siempre las relaciones en un constante crecimiento y florecimiento. Como señala Martin Seligman en su libro Florecer, donde a través de la psicología positiva el autor revela el poder que tiene el ser humano para pasar a un estado de mayor felicidad y bienestar a través del fortalecimiento de las cualidades y virtudes que tiene el individuo. Esto hace que tengamos una vida con un mayor sentido y poder declararnos feliz con nosotros mismos. Y si llegamos a estar bien con nosotros mismos y poder amarnos y respetarnos, podemos hacer lo mismo con los demás brindando estos especiales afectos.
A través de esta elevación de nuestro estado emocional es donde empezamos de igual forma a fortalecer y mantener relaciones sanas y saludables con las personas, con nuestro núcleo familiar, labora, social donde nos mantenemos en contacto día tras día.
Pero así como coloco el ejemplo de un Jardín, desde que escribí el artículo del Jardín Extraordinario, debemos estar atentos a la maleza, ya que así como crecen en el jardín, también la tendremos presente en nuestras relaciones. Y como es esa maleza, bien, sencillamente nuestras relaciones son como la columna vertebral de nuestra existencia y para ello debemos cultivarlas lo mejor posible, relacionándonos con personas confiables, personas de éxito, gente con propósito que nos permita a nosotros alcanzar metas y objetivos a través de consejos o siguiendo algunos de sus pasos, personas honestas y sinceras y con nuestro circulo familiar siempre en contacto para saber y hacerles sentir que siempre estamos allí, sin importar las distancias. Ahora, con nuestra pareja debemos ser siempre especiales, no dejar que la rutina y la monotonía nos abrume y nos arrope como la maleza en una vía. Por eso mencionaba que siempre debemos tener algo de creatividad y de imaginación, pero sobre todo tiempo para poder disfrutar y compartir con nuestra pareja tal cual como lo hacíamos en nuestros primeros momentos al conocernos y empezar con la relación. Por eso, está en nosotros el poder de cuidar el jardín de nuestras relaciones o dejarlo consumir por la maleza y dejar que se convierta en un pedazo de tierra totalmente estéril.
Ciertamente, las cosas en la vida no son nada fácil, la vida en sí no es fácil, el éxito no es fácil. Si nos gusta conseguir cosas fáciles obviamente las conseguiremos pero no durarán mucho tiempo. Las cosas que tienen mucho valor para nosotros son aquellas que son más difíciles de conseguir, y pocos son los que lo logran. Al igual que el jardín, pocos son los que realmente con pasión, amor, dedicación y esfuerzo logra mantenerlo sano y saludable. Pero al final, el mismo luce hermoso y eso nos llena de plena y total satisfacción.
Ahora como hacemos para empezar a nutrir nuestro jardín de las relaciones, bien, dediquemos tiempo a las cosas que queremos y realmente son importante para nosotros, claro está que estos prácticos consejos sirven para cualquier tipo de relaciones en el hogar, en el trabajo, en la comunidad. Por ejemplo, tengamos tiempo para compartir con nuestra pareja, recuerde las cosas que tanto les gustaban hacer cuando decidieron iniciar una vida juntos. Compartan una tarde de cine, una preparación de desayuno, almuerzo o cena juntos. Una tarde de lectura con un buen café o té. Un paseo por un parque simplemente para conversar, ponerse al día con las planificaciones del hogar y de la vida, disfrutar de una película juntos en casa, en fin, múltiples cosas que se pueden hacer para mantener una relación sana y saludable con la pareja. Igual ocurre con los hijos, juegue con ellos, disfruten una película que a ellos les guste juntos, una tarde en el parque, invítelos a realizar actividades juntos, que lo acompañen a su oficina (si se puede), comparta sus tareas, entre otras cosas. Así con el resto de las relaciones, recuerde que la vida gira alrededor de ellas y la forma de poder construirlas es dedicarles siempre algo de tiempo. Pero no solo es cuestión de cantidad de tiempo, sino de calidad del mismo.
Te voy a colocar un ejemplo. ¿Que observas cuando ves a un grupo de niños riendo y jugando en el parque, todos colaborando con el único propósito de pasarla bien, divertirse, reír y sentirse feliz?. Allí está el más claro ejemplo de comunicación y de fortalecimiento de las relaciones. Este tipo de alegría se llama Alegría Altruista, felicidad empática o gozo compasivo. y sucede porque los seres humanos tenemos esa capacidad de poder conectarnos con las emociones de las otras personas y de sentir su mundo interior y ocurre de manera natural cuando lo observamos y nos conectamos con las personas que amamos, se mueve el bálsamo de la felicidad compartida y sucede de manera natural sencillamente porque hemos aprendido a cultivar, mejorar y mantener nuestras relaciones.
Los invito a cultivar sus amistades, a mantener su Jardín de las Relaciones sin malezas y con raíces fortalecidas en terreno del hogar, del trabajo, de la sociedad, todo depende del que usted esté cultivando. Al poder tener la capacidad de Desarrollarnos Personalmente, de Construir nuestro Bienestar y Cultivar nuestras Relaciones como si fuera un jardín hermoso, vamos a alcanzar nuestra felicidad individual y poder contagiarla hacía los demás.
¿Que te parece?, Empieza a alcanzar el estado emocional del florecimiento y espero que obtengas un jardín maravilloso como el que yo estoy construyendo. Por eso estás en mis círculos, en mis redes sociales y lees mis artículos que siempre espero sean de tu agrado y aporten un valor a tu ser interior... Mil gracias por ello.
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