Mi Media Naranja



Todos conocemos el término de mi Media Naranja, el cual se refiere a encontrar o conocer a una pareja que se convierte en nuestra otra mitad ideal. Pero, este artículo está referido a otro contexto emocional y es que sencillamente ahora esa Media Naranja somos nosotros mismos. Déjame explicarte el por qué?

Te invito a que realices el siguiente ejercicio. Imagina que tienes entre tus manos, en este preciso momento, la mitad de una Naranja, y decides exprimirla. ¿que sale de ella? Obviamente saldría zumo de naranja, no de mandarina ni de limón, sino de Naranja. Y sencillamente salé zumo de naranja porque efectivamente es lo que esta fruta lleva por dentro. No tiene otra cosa sino que Naranja.

Pero, relacionando esta reflexión con nuestras vidas personales, la naranja no tiene capacidad de elegir, pero nosotros si podemos. Sencillamente, si nos comparamos con la media naranja, en muchas ocasiones llevamos una vida llena de tristeza, rencor, nostalgia por cualquier pérdida, rabia, ira, envidia, entre otros tipos de sentimientos negativos que no solamente afectan nuestra vida, sino que también lo hace con las personas que tenemos al rededor, en nuestro hogar, sociedad o trabajo. Entonces, si al momento de exprimirnos como esa media naranja, ¿que crees que saldrá de nosotros?, evidentemente todos esos sentimientos que tenemos acumulados en nuestro interior y que se convierten en nuestra bandera, ya que según la forma en que pensemos y alimentemos nuestro extraordinario jardín que todos tenemos llamado cerebro, así será nuestra forma de actuar y de vivir nuestras vidas. 

Entonces, al momento de enfrentar cualquier conflicto que se presente en nuestro día a día laboral, familiar o personal, vamos actuar de la forma en que nuestro yo interior esté lleno de esos sentimientos. Por ejemplo, en lo laboral, al ejercer presión sobre nosotros y tomarnos como una media naranja, lo que vamos es a generar es conflicto, disputas, inconvenientes que no generarían ningún valor agregado al trabajo que realmente debemos ejercer. Muchas veces sucede cuando decidimos cambiar de puesto de trabajo y ejercer un rol de Jefe o de Líder de un Departamento o División. Si por dentro lo que estamos es llenos de irá, rencor, envidia, miedo; al momento de exprimirnos vamos a arrojar esos mismos sentimientos y generamos caos y conflictos organizacionales. En otro escenario, cuando estamos en el hogar y se presenta alguna situación de pareja, con la familia, con nuestros hijos que requiera de nuestra atención para lograr su pronta solución, la vida en ese momento nos exprimirá como una naranja para sacar lo mejor que tenemos por dentro, pero si estamos es lleno de esos sentimientos negativos, te aseguro que no aportaremos nada constructivo ni saludable.

Esa es una de las grandes lecciones de la vida. Es parte de poder desarrollar una Inteligencia Emocional bien completa, centrada, que forme parte de nuestras vidas, sin importar quien te esté apretando en ese momento, tu familia, tus hijos, hermanos, tu jefe en el trabajo, el gobierno y vaya que aquí en Venezuela si nos está apretando el gobierno, pero no es un tema político como eje principal de estos artículos ni del Blog. Pero volviendo al contexto laboral, como líderes que nos toca ser, lo que arrojamos hacia los demás es sencillamente lo que llevamos por dentro y es porque nosotros decidimos que fuera así. De allí viene todas las decisiones emocionales viscerales (como me gusta llamarlos) que tomamos y observamos que suceden en toda organización. Falta de confianza, hostigamiento, abuso de poder y pérdida total de comunicación con el equipo de trabajo, dilapando por completo el norte estratégico, la misión y visión de la organización y de nuestro trabajo.

Es por ello, que sin importar las circunstancias por las que en algún momento hemos pasado, debemos ser unos verdaderos Héroes Emocionales para enfrentar con sabiduría e inteligencia eso que nos pasó y la lección que tuvimos que aprender para seguir adelante y vencer cualquier obstáculo o barrera física y mental que pueda surgir. Lo más importante de todo es siempre actuar con humildad, con amor y pasión por las cosas que nos gusta y que sencillamente nos llena por dentro (ser jefe, parte del personal operativo, gerente y hasta en el rol de padre, hermano, etc.), teniendo siempre unos buenos niveles de comunicación con las personas que están alrededor tuyo, aprender a escuchar, ser empáticos y siempre comprender primero al otro para poder ser comprendido. Son habilidades personales que se van adquiriendo en esta escuela al cual todos vamos, esa escuela que se llama Vida, pero lo más importante no es llegar a los 90 años de edad diciendo o sintiendo que vivió un año 90 veces, sino que vivió 90 años lleno de crecimiento espiritual.

Una vez que aprendemos a quitar todas esas cosas que no deseamos en nuestra vida y la reemplazamos por amor y todas esas emociones maravillosas que queremos, efectivamente empezaremos a vivir una vida plena y saludable, a construir nuestro propio Bienestar Emocional. Recuerda siempre que somos lo que queremos y elegimos ser y que nuestros actos y forma de vivir y tratar a los demás es simplemente lo que tenemos por dentro, lo que alimenta nuestra alma y espíritu.

Gracias por permitir llegar a tu vida y por leer estas líneas escritas con mucho amor y cariño. ¿Que esperas para elegir realmente la Naranja que quieres ser? No dejes que los factores externos negativos alimenten tu ser...




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